Cuando el material de estudio esta trabajado, organizado y bien estructurado se aprende más fácilmente. Para tener un buen material de estudio debemos tomar nuestros propios apuntes luego hay que revisarlos; comprobar si están completos y se entienden. Estos deben ser completados con libros de textos. Se sabe que es muy útil elaborar fichas resumen, muy breves, empleando un resumen esquemático de cada lección; estos son muy útiles para los repasos, facilitándonos el hecho de repasar en tiempos sueltos (en el autobús, etc.). Se recomienda el uso de mapas mentales, extrayendo ideas principales y otras secundarias, ayudándonos este con una visión global de la asignatura.